La Hinchada que nunca descendió

Relato escrito por Cuervohastalamuerte de porque la década de los 80, lejos de ser traumática, fue Gloriosa:

EL 15 de agosto de 1981 quedará como la fecha que cualquier cuervo quisiera olvidar.

Por primera vez un equipo grande de la argentina perdía la categoría, descendiendo a la primera "B", después de una temporada paupérrima que logro que los corazones de todos los cuervos sean heridos.

Cualquiera que haya tenido edad para recordar ese partido, contra el "bicho" de la Paternal, se debe acordar del penal fallado por Emilio Delgado, por Alles, volviendo a acertar en el rebote, el anhelo por el empate que dejaba al cuervo en primera y el minuto en donde las paginas del libro de la historia del club Atlético San Lorenzo de Almagro darían un vuelco inesperado.

A los 39 minutos el penal para Argentinos Jrs. causó el gol y el llanto de muchos cuervos, que sumado a las posibles cargadas que habrán sufrido, y el dolor de ver al equipo de sus amores en la "B" resume todo el panorama que puedo dibujarles con palabras.

Muchos habrán creído que era el fin de un grande...

pero el infierno se transformó en el paraíso, y esto fue gracias a una hinchada, por siempre denominada la mas ingeniosa, la de mayor calor, color y fidelidad, la que nunca abandona, la que prefiere sufrir al lado del Ciclón que dejarlo sufriendo solo, la que siempre recordara sus inicios y que muchos vieron nacer, pero nadie verá morir.

Primero fue en Ferro. Pobres tablones de la cancha de caballito, que no podían soportar la gran masa Cuerva que fue a apoyar al Ciclón en su peor momento. Después Vélez, generando terrible repercusiones en el barrio de Liniers, CONTAGIANDO a los MAS PIBES CON ESE AMOR POR LOS COLORES DEL IDEAL (AZUL), y por sobre todo, la lucha (ROJO).

Finalmente llego el sábado 13 de marzo de 1982, día en el cual San Lorenzo jugaba de visitante contra Tigre, pero pensar que el estadio en Victoria iba a ser suficiente para albergar a la hinchada era creer en Papá Noel. El partido se tuvo que jugar en el Monumental, y las páginas amarillas de la historia de San Lorenzo, empezaron a volverse doradas.

¿Cómo podemos explicar que un equipo descendido convoque casi 80.000 almas a un estadio ajeno, echo por militares y considerado el mejor estadio del fútbol argentino?

¿Cómo podemos explicar que la recaudación haya sobrepasado por casi 500 mil al clásico River-Boca?

Cómo podemos explicar que en toda la "B" un equipo recientemente descendido haya recaudado mas que los equipos de primera división, y los que nunca supieron lo que es la primera "B" y son denominados grandes, cuando tuvieron su oportunidad de descender y tratar de lograr romper ese record de recaudaciones en la primera "B", pero prefirieron no luchar contra eso, prefirieron la ayuda de "arriba" para esquivar ese desafío, eso no es ser grande.

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En fin, yo no viví en esa época, lamentablemente, porque haber vivido eso es inexplicable, puedo estar diciendo muchas cosas, pero si no lo viví no sirve de mucho narrar lo que paso.

Pero quedan esas historias, que nunca se van a olvidar, que nos van a caracterizar, que nos hagan ganar cualquier discusión sobre grandeza o "supuesta" grandeza, que nos haga sentir algo en la panza cuando se escuche nombrar por alguien ajeno a San Lorenzo, y vinculado a San Lorenzo también, que nos ponga la piel de cuervo y que pensemos otra vez, como ya pensamos varias veces durante nuestra vida, lo lindo que es ser Cuervo.

Muchos nos dirán que San Lorenzo dejo de ser grande cuando se fue a la "B", y tienen razón, San Lorenzo dejó de ser grande, pero para convertirse en gigante.